sábado, 4 de junio de 2011

Eco

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Palabras al aire, dichas a la lejanía, esperando ser escuchadas por alguien. Un mensaje tardío que ha llegado, del cual dudo yo sea quien debió haberlo escuchado. Cansado de escuchar y leer una y otra vez la misma historia, tratando de reparar lo que roto seguirá estando, así es como he avanzado, sintiéndome cansado de la situación, fácil de salir pero de la cual aún no logro despojarme ya que aún no se que es lo que debo hacer, no se de que lado debo estar.



Algunos fantasmas de mi pasado pretenden seguir rondado en mi vida, pero como buen compañero que visita mis sueños por las noches, de alguna forma no puedo evitar el que sigan presentes, recordándome parte de lo que viví o de lo que algún día fui, suena extraño y hasta cierto punto irracional, pero de vez en cuando, me gusta saber que estuve en un lugar oscuro y solitario, donde por más que gritaba nadie podía escuchar mi llanto. Todas aquellas noches en las que pensé que alguien podía sacarme de ese terrible lugar, del cual salí no por mi decisión, sino por que era necesario, pero saliendo por mi propio pie, caí de nuevo en una trampa que jamás vi venir como tal. Esa nueva trampa estaba disfrazada por una palabra que muchos suelen decir pero pocos suelen confirmar, una trampa tendida por alguien que mostró ser quien en verdad era solo hasta que pensó que me tenia en sus manos, lista para hacer de mi lo que fuera su voluntad.




Para su desgracia, en esos momentos mis heridas ya habían sanado, y el simple hecho de recordar el olor a sangre seca, el hecho de ver mis cicatrices y de haber visto mi camino manchado con mi sangre, me hicieron convertirme en la contraparte de una batalla, de la cual durante mucho tiempo fui la victima, pero que para desgracia de mi nuevo rival, me convertí en el victimario.




¿Por qué tuve que llegar hasta cierto punto para darme cuenta de que me había equivocado?
¿Acaso era necesaria tanta sangre, tanta pelea, humillación, desconfianza y egoísmo?



Ahora que el tiempo se ha encargado de poner las cosas en su lugar, se que no volveré en mis pasos, que las decisiones que he tomado son definitivas, y que si hubo gente que salió de mi vida es porque yo ya no estoy dispuesto a soportar situaciones o actitudes que solo me hacen daño. Pensé que dentro de ese bello campo de flores que tenia, todo seria estable y sin perturbaciones, pero algunas de las flores que plante solo florecieron para perecer, tratando de causar algún desajuste en lo que había hecho, y es por eso que decidí córtalas de tajo, arrojándolas lo mas lejos posible para que jamás hagan daño.

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La decisión esta tomada. De hoy en adelante he de demostrarme que ya no quiero estar de ambos lados , que ya no podre darle a nadie lo que no me ha sido otorgado, ya que si nadie se ha tomado la delicadeza de preguntar siquiera como estoy, entonces tal vez mi corazón se vuelva un poco frió y duro. Esta entrada es de todas las que he escrito, la que mas me duele, y en la que en verdad te digo adiós Aldo, espero que si hoy que he decidido enterrarte con mis recuerdos que huelen a podredumbre, ya no vuelvas a sufrir por no tener cosas que jamás me serán dadas, o por cosas que tal vez jamás estuve o estaré destinado a tener. Espero que el destino y el tiempo se encarguen de reparar los cabos rotos, o que simplemente, afronte la idea de que lo que esta roto seguirá estándolo, porque ya no tiene reparación.

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