sábado, 9 de noviembre de 2013

Parte Cero: Desconectado

"Hemos sido vilmente engañados. O al menos eso parece, porque entre los edificios del amor, el poder, el sexo, el dinero y la religión, todos y cada uno de ellos se mueven al ritmo de los 2 más grandes ejes rectores, que se levantan en el cielo invisiblemente y dejan huella sin tocar un sólo centímetro de piel, un sólo pelo o un pedazo de corteza de árbol..."

Quisiera saber que fue el tiempo  suficiente para que te hayas diluido de mi, quisiera saber que jamás llegaste al mismo lugar donde (por error) alguna vez estuve yo también, pero, a pesar de que sé que es mentira lo que digo y escribo, no puedo negar que siento día a día como sigues recorriendo todos mis tejidos a través de mi sangre; no puedo evitar la sensación que dejas a tu paso cuando te infiltras hasta lo más recóndito y , tal vez lo peor del asunto, cuando llegas y atraviesas mi barrera hematoencefálica para infectar  mi cerebro, haciéndolo tuyo la mayor parte del tiempo, para sólo poder evitarte cuando aparentemente él y yo nos desconectamos del mundo y somos libres de ti.

Si hoy algún médico pudiera diagnosticarte tal vez diría que estoy en fase terminal, afortunadamente eres un ser intangible e indetectable para la mayoría de las personas con las que me relaciono. Jamás he entendido, y posiblemente jamás entederé porque tu naturaleza te hace funcionar justo de la manera inversa en la cual la mayoría, o casi todos, funcionan. Hasta cierto punto, para ser sincero contigo, me he convertido dependiente de la sensación que provocas en mis células cuando entras y sales de ellas, cuando me induces a pensar cosas que, de otro modo jamás habrían sido lucubradas por mi encéfalo. Pasaron los días e incluso los meses, meses que fueron difíciles ya que no puedo evitar el tener que cumplir con mis obligaciones en sociedad y como persona, donde tu sola presencia me hace sentirme mas pesado que de costumbre, analizando como eliminarte y sobre todo, revelándote como hacerlo, aunque he olvidado que no hay peor enemigo que aquel que revela sus planes. Planes que usaste en mi contra, porque de nuevo olvidé que tú eres el amo y señor de todo dentro de mi, hasta el grado de hacer darme por vencido (aparentemente).

Algo que me resulta curioso, incluso interesante, es que a pesar de que desatas lo peor de mi, he logrado estar feliz durante el paso del tiempo. ¿Acaso tengo un arma mas fuerte, que puedo usar en tu contra? No lo sé, es momento de hacer una pequeña pausa para ahora preguntarle al amo dónde ha escondido lo que, al parecer, nadie había podido quitarme hasta hace unos cuantos ayeres....