sábado, 9 de noviembre de 2013

Parte Cero: Desconectado

"Hemos sido vilmente engañados. O al menos eso parece, porque entre los edificios del amor, el poder, el sexo, el dinero y la religión, todos y cada uno de ellos se mueven al ritmo de los 2 más grandes ejes rectores, que se levantan en el cielo invisiblemente y dejan huella sin tocar un sólo centímetro de piel, un sólo pelo o un pedazo de corteza de árbol..."

Quisiera saber que fue el tiempo  suficiente para que te hayas diluido de mi, quisiera saber que jamás llegaste al mismo lugar donde (por error) alguna vez estuve yo también, pero, a pesar de que sé que es mentira lo que digo y escribo, no puedo negar que siento día a día como sigues recorriendo todos mis tejidos a través de mi sangre; no puedo evitar la sensación que dejas a tu paso cuando te infiltras hasta lo más recóndito y , tal vez lo peor del asunto, cuando llegas y atraviesas mi barrera hematoencefálica para infectar  mi cerebro, haciéndolo tuyo la mayor parte del tiempo, para sólo poder evitarte cuando aparentemente él y yo nos desconectamos del mundo y somos libres de ti.

Si hoy algún médico pudiera diagnosticarte tal vez diría que estoy en fase terminal, afortunadamente eres un ser intangible e indetectable para la mayoría de las personas con las que me relaciono. Jamás he entendido, y posiblemente jamás entederé porque tu naturaleza te hace funcionar justo de la manera inversa en la cual la mayoría, o casi todos, funcionan. Hasta cierto punto, para ser sincero contigo, me he convertido dependiente de la sensación que provocas en mis células cuando entras y sales de ellas, cuando me induces a pensar cosas que, de otro modo jamás habrían sido lucubradas por mi encéfalo. Pasaron los días e incluso los meses, meses que fueron difíciles ya que no puedo evitar el tener que cumplir con mis obligaciones en sociedad y como persona, donde tu sola presencia me hace sentirme mas pesado que de costumbre, analizando como eliminarte y sobre todo, revelándote como hacerlo, aunque he olvidado que no hay peor enemigo que aquel que revela sus planes. Planes que usaste en mi contra, porque de nuevo olvidé que tú eres el amo y señor de todo dentro de mi, hasta el grado de hacer darme por vencido (aparentemente).

Algo que me resulta curioso, incluso interesante, es que a pesar de que desatas lo peor de mi, he logrado estar feliz durante el paso del tiempo. ¿Acaso tengo un arma mas fuerte, que puedo usar en tu contra? No lo sé, es momento de hacer una pequeña pausa para ahora preguntarle al amo dónde ha escondido lo que, al parecer, nadie había podido quitarme hasta hace unos cuantos ayeres....

jueves, 18 de julio de 2013

Capítulo Doceavo: El Elemento de la Libertad

"Un eje rector de la vida: el gran dilema de la misma: vivir felizmente engañado (completamente, no a medias) o aceptar la cruda y triste realidad. Tal pareciera que la vida no nos da mucho que escoger, pero si lo analizamos mas a fondo, no es ella la que divide nuestro camino: es la poderosa mente la que se encarga de llevarnos a donde ni la misma realidad confabulada con la vida podría cumplir nuestros mas exquisitos caprichos..."


Una fuerte ráfaga invisible se llevo del piso lo que casualmente había dejado caer él  imaginariamente, y lo revolcó 3 decenas de veces hasta que desapareció de la misma forma en la cual había aparecido. Él simplemente derramó unas cuantas lágrimas y se levantó de aquella banca azul; azul como sus tenis que después arrastraba contra el piso mientras pensaba en porque merecía lo que en ese instante había ocurrido. A esa hora del día el sol se colocó justo a mitad del cielo, el tránsito vehicular se hizo lento y cruzaba las calles sin mirarlas; fue así como con el paso de los minutos logró llegar a casa con las emociones transformadas: el amor que se había convertido en esperanza pronto cambió de nombre a enojo, luego a odio y finalmente a furia, furia que se hizo visible al azotar la puerta de esas cuatro paredes que noche tras noche eran cómplices de lo que él deseaba y soñaba en la vida. Parecía que la cabeza le iba a estallar tan sólo de haber pensado en el sin fin de posibilidades y peores escenarios donde colocó su existencia y la de la contra parte; incluso llego a sentirse merecedor de lo ocurrido cuando decidió una vez mas entregarse al mundo donde uno en apariencia es libre, donde de verdad uno puede cumplir lo que desea con el simple hecho de cerrar los ojos. 

Eran las 8:15. 3 toquidos sonaron en la puerta de madera preguntando si bajaría a cenar, pero al no obtener una respuesta, la persona tras la puerta no insistió. Hacia 35 minutos el sol se había ocultado y él estaba por entregarse a sus sueños; por última ocasión y curiosidad miro aquel aparato tecnológico y no había ni una señal de intento de contacto humano. Lo último que logro ver fue una luz verde parpadeante, indicadora de la ausencia y presencia del otro, cuando sus ojos comenzaron a cerrarse y aquel móvil se deslizo de la mano hasta caer al piso; comenzó a escuchar una melodía relajada...

Era inconfundible el olor a Árboles, a naturaleza y entre aquellos, a lo lejos se vislumbraba una pequeña construcción roja y con unas enormes letras sobre la puerta que decían " W E L C O M E ". Él la cruzo y de repente todos los invitados del evento dejaron de hablar y con asombró lo miraron. Era la primera vez en mucho tiempo que de nuevo hacia acto de presencia en tal lugar, y en vez de mirarlo con desprecio lo miraron con emoción. Un niño pequeño vestido de azul se acerco a abrazarlo con efusión y le dio un beso en aquella tersa mejilla. Él sólo observó como el hombre vestido de rojo y el que vestía  de negro susurraban algo y la música se normalizó. Todos bailaban al compas de esas notas tan dulces, aunque en el fondo sabían que entre ellos no soportaban sus existencias: Tiempo atrás el joven vestido de rojo había engañado vilmente al de blanco, y el de negro había querido ahorcar al de amarillo. De pronto la música se detuvo; el pidió que el pianista dejará de tocar y empezó a cantar. De su boca salieron unas palabras que hicieron que todos centraran la atención al escenario. Su cuerpo empezó a retorcerse como el de una babosa que ha sido roseada con sal, y pronto las notas penetraron los oídos de todos y llegaron a sus cerebros, estos comenzaron a hacer lo mismo. Aquella construcción en ese preciso momento albergaba a esos seres que se entregaron a la comunión mientras el tan esperado anfitrión cantaba con su dulce voz. Pasaron los minutos, pasaron las horas  hasta que su voz se detuvo: Sus ojos se cristalizaron, de su mano cayo el micrófono que potencializaba su talento y su cuerpo abruptamente se dirijió al piso; fue justo cuando lo toco, que el cuarto se lleno de una inmensa luz que cubrió todo lo que estaba a su alcance, haciendo que los muros se derrumbaran y los árboles perdieran la fuerza que los mantenía unidos a esa Tierra que los había tenido con vida. Todo se perdió ahí: sólo estaba el blanco representando la pureza y haciendo evidente que los límites habían desaparecido: ahora no había ni principio ni fin.


Paso tan rápido el tiempo que el sol de nuevo había salido: eran las 7:03 y la ventana abierta hizo que una verdadera ráfaga de viento desplazará aquella sábana azul que cubría su cuerpo. Una gran sonrisa salió debajo de ella, esa sonrisa contenida en ese cuerpo que ahora estaba a 27° C, con la piel gris como los recuerdos que en la madrugada habían desaparecido en esa silenciosa batalla albergada en el paraíso de sus sueños. Su cuerpo estaba rígido como una tabla y se escuchó un sonido de notificación, cuando la pantalla del móvil en el suelo se iluminó, y reveló el mensaje que decía lo siguiente: "Hola, disculpa por no haberte avisado ayer que no podía verte pero tuve un inconveniente. ¿Podemos vernos hoy? Tal vez a las 3 de la tarde podamos vernos en el sitio que acordamos. Saludos...". 

Era una verdadera lástima que aquel remitente ahora fuera el que quedará con la duda, esa duda que se sembró en la mente de aquel tipo que hoy se hallaba tieso en su cama, cama donde la duda lucho contra la libertad, siendo ésta última la vencedora de una batalla que había dado por terminada la joven y corta historía de él. 

"Todo fin debe darse en el mismo lugar donde comienzan las cosas, para que así ese final, a su vez, represente el inicio de una nueva historia, un nuevo capítulo o una nueva parte de algo que esta próximo a florecer..."


jueves, 4 de julio de 2013

Capítulo Onceavo: El Nombre Del Fantasma Blanco (II)

Fueron 3 veces, 3 malditas veces que en esa mañana sonó el despertador que estaba sobre la superficie de aquella mesita, a lado de la cama donde horas antes había programado la alarma que me levantaría ya que tenía una importante cita. Y fueron 3 veces porque la primera la escuche lejana en mis sueños, la segunda la escuche muy fuerte y la tercera fue la que me hizo estirar el brazo para apagarla. Por la ventana se colaron unos rayos de sol, iluminando de forma parcial la cama donde estaba acostado y mis ojos poco a poco se abrieron, víctimas de las lagañas matutinas. Eran las 10:20. 40 minutos para mi esperada cita, y lo primero que hice fue saltar de la cama. Corrí al baño y mi mal calentador de agua me obligo a salir en 3 minutos de la  ducha, porque el agua paso de caliente a fría cuando el jabón me entro por un ojo y me lo enrojeció. Tomé las prendas que había dejado en la cama y me las puse lo mas rápido que pude, me puse mis tenis favoritos color azul y tome algo de dinero. Escuché como me decían "¿A dónde vas?.." pero ese "¿A dónde vas?..." se perdió en el espacio que fui dejando de mi morada. Mi frente sudaba y yo comencé a correr por las calles, pensando que no llegaría a tiempo y perdería una oportunidad mas que la vida me daba. 

Justo a mitad del camino sentí como deseaba orinar, y no fue sino hasta que llegué al supermercado, que me di cuenta que me había puesto los calzones al revés, y que mi tenis derecho se había roto por la también prisa que llevaba. Salí y de nuevo corrí. Corrí como nunca antes lo había hecho, cuando de repente escuché un claxón y vi como un carro plateado se detuvo frente a mi. Él grito "Pendejo" y yo grité "Hijo de Puta". Sólo miré como se perdió entre todos los carros y lo siguiente que vi me dejo sorprendido. Debajo de donde el había pasado estaba ahí, en el piso, con esas curvas blancas y esas enormes letras él, aplastado y ponchado, viejo y con marcas de llantas. 

Aún puedo recordar aquel sábado por la mañana que lo conocí. Era un día "especial", de esos que sólo ocurren una vez al año y nos dejan muy claro el día donde comenzamos a existir sobre la faz de la Tierra. Emocionado me dirijí al estudio en la búsqueda de los regalos pero nada, ahí no había nada, y mi mirada se escapó por la ventana del estudio, que se dirijía al comedor y a la sala, y ahí estaba esa enorme caja blanca con ese enorme moño rojo. De nuevo corrí pero ahora al comedor y cuando iba a abrirla escuché "Lo abrirás hasta que se parta el pastel". 

Nunca en mi vida las horas, los minutos y los segundos habían pasado tan lento, porque después de esperar 3 horas el pastel y después de 3 minutos del obligado "Feliz cumpleaños a ti...." pregunté "¿Puedo abrir mi regalo?"; un movimiento de cabeza me dio la señal de que por fin conocería lo que estaba dentro de esa caja. Rompí el moño rojo, que cayo al suelo junto con la tapa blanca, y de ahí salió con dirección al cielo esa enorme silueta blanca, que daba la apariencia de tener forma de fantasma y no fue sino hasta que jalé del cordel que lo contenia, cuando me di cuenta que tenía unas enormes, brillantes y púrpuras letras que decían 
" W E L C O M E ". Que fortuna había tenido al abrirlo dentro de casa, porque de otro modo hubiera escapado mas rápido. Tan maravillado quedé por tal regalo que me dispuse a presumirlo a quien podía, incluso ate su cordel a mi cintura y a todas partes donde me dirjía todos lo veían. Porque claramente la caja decía - Gas helio con duración de 7 días - y pensé que aunque poco, el gusto me iba a durar por siempre. 

Las miradas eran diversas: unas de duda, otras de burla y otras mas de repudió, pero la sonrisa nadie me la quitaba, o al menos eso pensé, porque fue al tercer día cuando regresé al parque al que había ido el primero, que sigilosamente se acercó a la banca donde estaba sentado contemplando el cielo, un niño de cabello corto y sonrisa burlona, con sus tijeras rojas como el moño de la caja, ese niño que cortó el cordel que unía a mi regalo a mi. Justo cuando vi como se elevaba miré a mi alrededor y observé como ese niño corría, y en vez de perseguirlo, ahora contemplaba como aquel regalo se escapaba de mi y a su vez escapaba de las nubes que también querían hacerlo suyo, porque el se elevó y se perdió entre ellas con rapidez. 

Ahora estaba ahí: 87658 horas, 3652 días, 520 semanas o mejor dicho 10 años después; y ahora él estaba entre mis brazos, con mis lágrimas que desdibujaron unas cuantas marcas de auto de su cubierta que parcialmente era blanca y parcialmente era gris. Jamás pensé que volvería a verlo y menos en esas circunstancias, porque el día que lo perdí, de regreso a casa pensé que si subía demasiado iba a explotar y aparecería en cualquier lugar. Lo tomé entre mis brazos y me levanté con él. Eran las 10:55; de nuevo corriendo para no perder de nuevo otra cosa en la vida y llegué al sitio acordado. Por un instante el olor a naturaleza y en específico, el olor de los árboles, tranquilizo a mi ser. Eran las 11:00. Revise mi teléfono y no había ni llamadas ni mensajes de texto. Esperé 5, 10, 15, 20, 25 minutos y nada. Esperé 30 minutos y fue el peor de los silencios que pude experimentar en mi vida. Mi cabeza dirjía a todas partes mi mirada que buscaba lo que esperaba. Pero nada. y esos 30 minutos se volvieron 45 cuando de nuevo volví a ver mi teléfono: ninguna llamada y ningún mensaje de texto. Dejé caer esa silueta semiblanca y miré mis manos negras. Las llevé a mi rostro y fue justo en ese momento que me di cuenta que no había engañado a nadie durante todo este tiempo, porque a quien en verdad había engañado era a mi mismo...

lunes, 1 de julio de 2013

Capítulo Décimo: La Distorsión Del Egoísmo

"Sacar conclusiones antes de tiempo, casi siempre, es sumamente arriesgado. La pronta conclusión y el corto diálogo serán los elementos que la mente tomará para hacer de las suyas. y es realmente donde aquí se observa que cada cabeza es un muy diferente, y en especial, particular mundo..."


El ligero sonido del viento y el crujir de los huesos era lo único que sonaba aquella noche. Era una costumbre estar frente aquel lugar para de nuevo poner a prueba los conocimientos y las técnicas aprendidas. Es raro saber que ese lugar tan solitario fuera parte de un paraíso que no había diseñado un área para tal fin, pero ahí estaba él, esperando una respuesta y escuchando como sus palabras se convertían en eco. De repente trás él apareció a quien con tantas ansias esperaba. Era tan diferente su apariencia a lo que en verdad era, pues detrás de esa piel azul esmeralda y esos ojos negros, en los cuales ni la misma luz se reflejaba, se encontraba un ser tan sigiloso, inteligente y perspicaz, que incluso a veces se atrevía a afirmar cosas respecto a su rival, cosas que ni el mismo sabía. De no ser porque Lucis había desarrollado durante los últimos meses, específicamente el último, muchas habilidades que ni siquiera sabía que existían, tal vez hubiera sido el primero en recibir un fuerte golpe de aquel rival. No era esta la primera vez que ocurría un encuentro así, y a ciencia cierta, justo en aquel momento Lucis empezó a dudar de si sus conocimientos representaban una ventaja o una desventaja ante tal situación y tal rival. 

Después de evadir el ataque, Lucis logró voltear y observó fijamente los ojos de su rival. De nuevo recordó todo lo que le habían dicho de él , antes de que se diera la oportunidad de conocerlo personalmente, y lo que mas logró recordar es como, aquellos que habían salido ganadores, le dijeron que ese enemigo en un abrir y cerrar de ojos cambiaba por completo la forma en la cual había programado su golpe. En ese instante sintió como por su médula un escalofrío se había filtrado, obligando a su cuerpo a liberar una pequeña cantidad de sudor por aquellos poros que pertenecían a esa piel tan suave, tan tersa como la piel de un durazno que está a punto de caer de un árbol. En esos ojos no había nada, y tal parece que su color quería dar a entender algo mas que la nulidad de los mismos. Un ligero movimiento de manos, que se elevaron al cielo con una impresionante rapidez, y al siguiente momento yacía Lucis, con su cara raspada en el piso, debajo de los brazos de aquel sujeto, con su pecho que parecía que iba a explotar porque el corazón estaba a su máximo bombeando la sangre a todas las partes de su ligero cuerpo. Sólo hacía falta esperar el golpe decisivo. Por su mente paso la idea de que todos los momentos importantes de su vida iban a pasar con tal rapidez y lucidez que incluso podría no sentir o detectar el momento en que su misma existencia se esfumaría. El suelo estaba húmedo, de concreto que con el tiempo en vez de ser gris ahora era negro, y con algunos relieves que fueron los causantes de los raspones en su rostro. Tras las vitrinas de cristal que observó, detectó que hace algún tiempo habían dejado de funcionar, y que ese denso polvo que cubría unas cuantas manos y unas cuantas caras daba la apariencia de años y años de soledad. Fue tal la presión que recibió su cuerpo que esa última imagen que registro su cabeza empezó a distorsionarse, y entonces fue cuando en ella misma se planteó la idea de si eso era el final. Su sangre fluyó con lentitud y de la punta de su nariz se deslizó una gota, que en apariencia daba la imagen de ser sudor, pero que en realidad era una lagrima que encontró ese otro camino, aquel que no la llevaría a la boca para ser probada por su productor. De los labios del atacante salieron unas palabras que hicieron que la piel de Lucis se enchinara como la de una gallina, y la miosis se hizo evidente para después el campo de visión perderse por completo. 

Ese corazón se había detenido. El captor reveló una sonrisa ligera pensando que aquel encuentro había sido el más fácil de todos los tiempos, y entre sus brazos tomo el premio del cual se creía merecedor. Una fuerte tentación lo llevo a tocar esa piel, esa cara e incluso a probar esas gotas de sangre de la misma, que sabían como a un delicioso elixir y que le provocó una sensación de placer. En tan poco había tanto, pensaba mientras caminaba con paso lento porque la siguiente cuestión a resolver era ¿A dónde ir?.

Mientras su mente divagaba un poco y su cuerpo se recuperaba de la energía, aunque poca pero gastada en el combate, por el suelo de forma silenciosa se deslizaban elementos que la propia oscuridad los dejo en el anonimato. De no ser por el sitio que habían acordado para el encuentro, hubiera representado una ventaja para él saber que eran rojos como la sangre de Lucis. Justo cuando había determinado el lugar a donde habría de dirijirse, miró con atención aquel cuerpo sin vida que dejo por unos segundos en el suelo. Tan complejo, tan difícil de describir la emoción que sintió cuando después logro deslizar sus dedos por la piel de sus brazos hasta llegar a ese pecho que aún se hallaba caliente. Levanto la mirada al cielo y cuando unas lágrimas cayeron al suelo, de la forma mas repentina y sin aviso se deslizaron por sus brazos y sus piernas esos tentáculos furiosamente. La Tierra reclamaba lo que creía suyo y no dejaría que se fuera con tan deseado trofeo. Fue su estúpida reacción la que pronto acabo con su existencia, que al forcejear con ellos,  se extendieron por toda su piel azul esmeralda haciéndola prisionera,  apretándola y destruyéndolo en cientos de pequeños pedazos. Tiempo antes el había subestimado aquel lugar que hoy había terminado con su vida. 

Después de agitarse un poco para eliminar los restos de sangre, ahora la tarea de aquellos era entregar lo mas integro posible el cuerpo de Lucis, pero como una dulce y terrible obsesión se detuvieron antes de tocarlo. Sólo estuvieron como locos dando vueltas por encima, cuando de la manera mas inexplicable, aquellos ojos color aceituna viraron su color a un azul fuego intenso, que pronto se convirtió en la verdadera llama de aquel lugar. Pequeñas flamas brotaron de esos ojos y esa cáscara contenida empezó a fracturarse. Al siguiente instante los vidrios dejaron de existir, el polvo se extendió por todo el lugar y una terrible explosión dio fin a ese sitio. El cuerpo de Lucis se convirtió en ceniza que se extendió hasta los límites mas lejanos del paraíso que lo reclamo y que por fin lo hizo suyo. Donde una partícula de ceniza de su ser caía, una señal de vida se hacia presente, y fue justo cuando su pecho había sido aplastado contra el piso, que Lucis dejó en su mente la idea de que, aunque estuviera muerto, habría de dejar huella en la Tierra que lo vio nacer y que lo vería morir. Ahora era de todos y era de nadie. Ahora estaba y no estaba presente, porque en todos y cada uno de los que recibieron esa parte de él, tal vez de manera implícita y secreta, seguirá viviendo eternamente con la misma intensidad que lo hizo al estar sobre el recinto donde desapareció del plano de lo visible.

sábado, 29 de junio de 2013

Capítulo Noveno: El Nombre del Fantasma Blanco (I)




Aún puedo recordar el primer día que supe que todavía estabas aquí. Recuerdo aquella noche de julio, y en aquel cuarto lo único que iluminaba mi presencia era un viejo foco colgando sobre un marco de metal.  Todas y cada una de las noches me preguntaba el por qué y cómo es que habías aparecido en mi vida, aunque jamás te lo pregunté directamente. A cambio de ello te nombraba y sólo con la intención de hacer alusión a que existías, aunque nadie te conoce.

Tal vez resulte confuso, y no es que yo sea un ser psicópata y tú seas alguien tangible; es sólo que eres demasiado diferente como para que cualquiera te comprenda. Sé que has acompañado a muchos y muchas durante muchas etapas de la vida, pero es justo ahora cuando estás aquí conmigo y por algún motivo no has querido apartar tu camino del mío. 

Todos esos recuerdos de ti, tan susceptible y tan frágil, poco a poco han ido desapareciendo porque conforme ha pasado el tiempo has estado cambiando en este pequeño e indescriptible lugar que es tu casa. Tratar de cambiarte fue uno de los peores errores que he cometido, pero como antes lo he dicho, no se nace sabiendo y lo único a lo que le doy gracias es a que hoy, aún después de tantas cosas que han pasado, sigues aquí conmigo, enseñándome a ver mas allá de donde normalmente observo, haciéndome reflexionar sobre las cosas que hago, el porque y el como las hago, y sobre todo, a  reconstruir ese hogar que hoy es tuyo y mío, donde las malas experiencias están plasmadas en las paredes para recordarnos que lo que ha pasado tuvo un motivo de ser y que, en parte, gracias a eso, hoy somos lo que somos. 

Quisiera describirte para que todos pudieran conocerte, y aunque se que a todos los lugares a los cuales voy tu siempre estás ahí; tal vez todos reconocen, de forma indirecta, que lo que haces tiene un fuerte impacto en mi forma de ser y relacionarme con los demás. 

¿Por qué hasta ahora realmente reconozco tu presencia? yo siempre he pensado que todo lo que ocurre en nuestras vidas, desde el  aspecto más  importante hasta el mas mínimo detalle, tienen una razón de ser, porque en el tiempo y en el espacio, todo tiene que ocupar un lugar y cumplir una función, ya sea para bien o para mal. 

Justo antes de que llegue una fecha importante en mi vida he recibido un gran regalo. Quisiera no adelantarme a decir muchas cosas sobre tal regalo, aunque acepto que me ha sorprendido la forma en la cual ha llegado. Ese regalo hoy me recordó algo, algo que siempre he sabido pero que durante muchos años había estado con nosotros de forma inaparente, de forma secreta. Ese algo latente, que lo hemos reconocido como una parte infectante y que constrasta con nosotros dos, pero que tanto tú como yo reconocemos que es necesario porque forma parte del equilibrio natural de nuestra misma existencia.

Ese regalo me hizo consciente que no hay motivos por los cuales hoy tenga que negar que existen tanto tú como esa parte contrastante, ya que ustedes y yo somos algo especial, algo que todos notan pero nadie dice, y tal vez sea mejor que durante un periodo mas estemos así, ya que conforme pase el tiempo poco a poco iremos aprendiendo a alcanzar lo que, como en la entrada pasada escribí, anhelamos y deseamos ser en esta vida.

Continuará....

domingo, 19 de mayo de 2013

Capítulo Octavo: Extraño

Un camino distorsionado. Un objetivo equivocado. 

Un camino largo, a veces blanco y otras oscuro, y de nuevo los pensamientos se hacen presentes para escurrirse hasta llegar al instrumento que los plasma en este medio: mi fiel compañero. A veces tan fácil, unas más complicado, ¿Por qué será así?.

Cuando los humanos tratamos de evaluar el desempeño de un grupo de personas con una de ellas al mando, y descubrimos que la mayoría de los subordinados falla ¿A quién debemos referirle la culpa? La mayoría lo haríamos a la persona al mando. Y es entonces donde, tal vez he descubierto que no tengo a un grupo de personas bajo mi cargo, pero detecto que si he convivido en varios momentos de mi vida con personas completamente diferentes respecto a edad o modo de ver la vida, y he fallado con ellas, entonces la culpa es mía. 

Esa culpa que un día alguien me dijo "Es momento de que enfrentes la responsabilidad de tus actos y dejes de echarle la culpa a los demás por lo que te ocurre..." ¿A caso era necesario escucharlo? porque hoy parece que todos los golpes fuertes en mi vida son los que en verdad me han enseñado a ser una mejor persona; y me pregunto que sería de mi si no hubiera aceptado las condiciones, tiempo atrás, del trato que me hice para ser lo que hoy con tanto anhelo deseo en ésta vida. Tanto sentimentalismo hace parecerme alguien loco, débil, ese sentimentalismo que es difícil de suprimir de mi vida, aprendido por un par de años, infiltrado hasta los espacios mas recónditos de mi ser, donde aún se alberga y de vez en cuando hace acto de presencia; muchas veces la esencia de este medio, pero que poco a poco se ha ido modificando desde que llego a este lugar, que hoy es su casa y del cual aún no estoy seguro si lo seguirá siendo. 

Aún me pregunto cuantos años mas pasarán para que pueda ver los resultados de lo que he hecho, tal vez poco a poco los he percibido, y el proceso es el que en verdad he disfrutado porque pienso que cuando lo logre, tendré que buscar un nuevo objetivo que me haga todavía mejor de lo que soy y de lo que seré. Un capítulo de silencio, de ausencia y de vacío. Y después muchos de ellos han tenido el mismo motivo, aunque no sé cuantos mas vengan con el mismo propósito. Todo lo que siento he tratado de plasmarlo de la forma en la que, si algún día alguien, por curiosidad o por atención, revisa este sitio tan personal, trate de entender lo que día a día vivo, pienso, percibo, experimento, respiro...

Después sólo veo que lo que realmente importa es que lo entienda y aprenda, porque si algo he de confesar hoy, es que muchas de las entradas aquí expuestas, las he olvidado o tal vez he querido ignorarlas, sin saber que las armas que he tomado del camino recorrido no debo dejarlas ya que, aunque aquí ya no haya una batalla o guerra que pelear, no estoy a salvo de experimentar dolor o peor aún, de sufrir. 

¿Cómo decirte lo que hoy siento, si tú sólo ignoras lo que digo? fue una de las grandes cuestiones que durante un tiempo me realicé, pero que hoy ya no necesito darle respuesta porque, dentro de la fábrica de los pensamientos, ideas y sentimientos, me hace falta desarrollar el área donde he de resolver esas cuestiones a las que en ciertas ocasiones no les encuentro solución.

Ésta noche unas lágrimas han logrado salir de mis ojos y no sé si son de tristeza o felicidad porque a veces te siento tan cerca de mi y otras ocasiones siento que te has ido sin la posibilidad de regresar. Éste es el momento de terminar esta historia. Sólo puedo decirte que gracias a lo que fuiste he podido forjar lo que hoy soy, y sólo espero mas adelante honrar tus enseñanzas con una gran sonrisa y  la frente en alto. 



sábado, 4 de mayo de 2013

Capítulo Séptimo: Aquí Estoy

Veo como por el suelo las sombras cambian de forma constantemente. Puedo sentir como el viento se estampa contra mi cara mientras corro por las calles de la ciudad; uno que otro extraño analiza mi paso y tal vez se pregunta el porque de mi prisa. He decidido huir de la verdad, corriendo para tratar de olvidar lo que ocurre pero con la misma manía de mirar hacia atrás para saber lo que he dejado en el camino. Si las historias que nuestros padres nos cuentan de pequeños fueran ciertas, tal vez sería un pilar de sal: blanco, duro e inamovible. Para mi fortuna aún puedo moverme, sólo que a veces no se a donde me dirijo. 


Mi corazón late muy rápido, mi ojos tratan de liberar lo que siento aunque yo me niegue a que ocurra, ya que mi campo de visión será peor de lo que es. Trato de escapar de nuevo, mi cabeza voltea a todas direcciones en la búsqueda de lo necesito, de lo que creo haber perdido. Tal vez estoy en el lugar equivocado pero ¿Por qué aún nadie me lo ha dicho? y en éste preciso momento podría apostar que ésto es mas por decisión que por equivocación. Sigo mi camino y tomo los elementos que creo convenientes para mi, ¿Eso me hace falso ó un ladrón?. A veces me veo al espejo y detecto que podría tenerlo todo, pero pienso que tengo tan poco. He pensado que quisiera huir y comenzar de nuevo; aunque después considero que sería lo mas cobarde que podría hacer. Me detengo, veo que parece que he avanzado tanto porque mis piernas están cansadas y cuando volteo sólo he recorrido unos cuantos metros. Hay algo que no me deja avanzar, pero de nuevo mi mente juega conmigo y me hace creer que a toda costa necesito conseguir lo que tanta falta me hace.

¿Por qué me has engañado de ésta manera? En entradas anteriores había llegado a una errada conclusión de que ya no había dudas, sino análisis de las alternativas que tenía por seguir sin importar el sitio donde me encontrase. No es verdad, pero hoy ya no me duele aceptarlo, quisiera sentir hoy a alguien tomándome entre sus brazos y diciéndome "Todo estará bien..." pero se que no ocurrira, porque estoy acostumbrado a ser yo quien lo diga, el que lo haga.

Conozco mis debilidades. Es necesario que trabaje con ellas, no quiero detenerme pero quiero que éste sentir pare. 

Necesito una pausa. Hoy más que nunca necesito recordar el motivo de mi existencia, el motivo de porque aún no me he rendido. 

domingo, 7 de abril de 2013

Capítulo Sexto: Transición


"Recordar es vivir: en parte eso es cierto, pero si la vida se sustentará sólo de los recuerdos entonces perdería su esencia misma. Recordar es sólo una de las tantas experiencias de las cuales podemos aprender, sentir, soñar, sufrir y mas. Pero para que dichas cosas puedan suceder debemos tener poder de decisión y poder de acción..."





Ruidos estruendosos al final de un largo camino, notas que se entremezclan dictando el final de una temporada de hechos inimaginables. En dicho lugar hay todo tipo de reacciones: Caras largas, tristes, felices, inconformes y sin poder comprender que es lo que sucede. Hoy el rey ha decidido bajar del trono, sin poder dar una sola explicación de tan impresionante decisión. Lo cierto es que detrás de tanta expectativa, se encuentra un ser cansado de analizar y dar solución a todos los disturbios del reino. No es que se haya dado por vencido sino que simplemente necesita una pausa en su vida para poder analizar porque ha llegado al lugar en donde está y decidir a donde debe dirigirse. A todos les resulta imposible comprenderlo porque siempre habían tenido alguien vivo, feliz y capaz al mando; todo en la vida tiene ciclos y tal vez sea necesario que él le de una pausa a éste o que simplemente lo termine aquí, en el mismo sitio donde comenzó, para poder definir que sucederá después. La luz que irradiaba su ser hace algún tiempo se ha estado extinguiendo. No sabemos porque ni como.


Desde el sitio donde me localizo he podido observar su rostro: un gesto jamás visto, raro y seco; unas ligeras arrugas que cruzan esa cara que en su momento era feliz y ahora simplemente ya no puede expresar mas que tristeza. Ojos grandes color marrón,  profundos como el mar; cansados. Es sumamente complicado aceptar la verdad, mirar atrás y tratar de cambiar lo ocurrido; después se deslizan sutilmente unas lágrimas por ese par de mejillas aunque casi nadie se percata de lo ocurrido: ¿Será egoísmo o indiferencia? es complicado saberlo. Lo que ahora es negro está por  convertirse en blanco, entonces ¿A quién debo creerle, a él o a ellos?. De repente esta historia se convierte en un reflejo, una búsqueda de identidad. Sensibilidad, borrada del plano de lo superfluo para ser llevada a lo más profundo del ser; es así como se consumen los sentimientos y se infiltran las preguntas hasta lo mas recóndito de su  confundido ser.



Un gran silencio. Luego un grito a la lejanía  Confusión. ¿Qué sucederá ahora? y de nuevo la duda. Por el suelo se deslizan las sombras y aparece en el cielo el sol con su magnífica presencia. El agua se derrite y lentamente desciende de los sitios donde antes estaba en otro estado. Cambio. Un gran sonido de aves llega a mis oídos. ¿En verdad debería ser así?.



Ahora todo fluye tranquilo. Paz, sensibilidad acompañada de la nota más dulce. Es ahora o nunca.



lunes, 25 de marzo de 2013

Capítulo Quinto: Seis Pies Bajo Tierra

4 años de estar aquí, lugar donde las frases y mis pensamientos se mezclan para crear una especie de "escape" frente a la cruda, blanca y a veces dura realidad. Abriendo y cerrando las puertas, cayendo muy duro para después levantarme y darme cuenta que en realidad no cuenta el número de heridas que tengas, sino la lección que hayas aprendido al vivir la experiencia que la dejo marcada en tu cuerpo.


Una vez más estoy aquí, ya no con preguntas, sino con conclusiones respecto a lo que vivo, y con alguna que otra inconformidad, pero "En casa del jabonero, el que no cae... resbala". Diría mi madre: "Ah! pero como te gusta resbalar" y en parte tiene la razón. Ésta es la primer entrada donde todo lo que pienso ha dejado de tener estructura o tinte alguno, simplemente estoy escribiendo las cosas conforme las siento. Sin error o corrección alguna, porque hoy aprendí de una situación (un tanto complicada para mi) que el mundo no se conjuga en contra mía para verme caer, sino que las cosas suceden y yo estoy ahí: en medio del camino donde pienso y pienso, para luego no responder satisfactoriamente.



De hecho, ésto nunca se trato exclusivamente de ti. Durante un largo tiempo estuve creyendo tantas cosas, contruyendo y atando cabos, experimentando y de nuevo perdiendo cosas, atacando el sistema "desde dentro" donde lo único que ocurrió fue lo siguiente: Perder dentro del mismo. Me resulta terrible y hasta cierto punto feo escribir esto, pero es la verdad: se suponía que seria un lugar que yo moldearía a mi gusto y resulto que, como siempre, el sistema fue mas fuerte y me derrotó. No es que desee ver las cosas de eso modo tan fatalista (como es de costumbre, aclaro); pero en la vida hay derrotas y hay victorias, y de nuevo perdí. Aunque ahora estoy aquí, aparentemente integro y analizando de nuevo ya no el porque fallé sino las otras alternativas que tengo a seguir. Todos los ideales que hoy he destruido deberán de servir como lección para los próximos capítulos de ésta historia que sigue escribiéndose, porque si de algo estoy seguro es que no es la primer ni la última entrada donde escribiré cosas de éste tipo. Todos quieren brillar en algún momento de la vida y probar la gloria en su más pura expresión, y aunque aquí ya no cabe la pregunta "¿Cuándo?" la única que si cabe de mi parte es "¿Realmente la mereces?"....

martes, 1 de enero de 2013

Capítulo Cuatro: El Valle de las Muñecas


Tanta ausencia, tanta indecisión que a veces pasa desapercibida. y de nuevo me encuentro aquí, errático respecto a las publicaciones, igual que un niño pequeño abandonado a mitad del camino y sin saber porque ha sido dejado ahí y que camino debe seguir. 

Este lugar fue, es y tal vez será, el sitio donde permaneceré por un tiempo más, producto de la fantasía, de los sueños rotos, donde lo único que resta es crear una atmósfera donde aparentemente todo está tranquilo.

Aunque,  para ser sincero no lo es del todo; recorriéndolo detenidamente este puede resultar un lugar horrible: caminando por encima de brazos, manos e incluso cuerpos rotos en mil y un pedazos, que solo son señal de cosas pérdidas que jamás regresarán de donde vinieron. Y mas allá de ser un lugar cálido, en ciertos momentos se convierte en el sitio mas frío, el mas desolador, donde se comprueba que la única cosa peor que el miedo es la esperanza. 




Si; aquella que sigue alimentando a éste lugar y sin la cual no tendría motivo de existir. ¿En verdad el odio o el miedo puede motivarte? No lo creo, ahora es demasiado tarde para tomar las cosas a la ligera, ya que pasado el tiempo algunas huellas se borraron del corazón y de la piel, pero a su vez este lugar puede convertirte en prisionero y marioneta no sólo de tu destino, sino del de los demás.

Tal vez encuentres un poco complicado entender esto pero ¿Acaso no has notado mis pasos? ¿Acaso no has notado los tuyos?  Sin darte cuenta te estás dirigiendo al mismo sitio al que yo también voy: el sitio donde lo único que importa es estar por encima de los demás, donde lo mas importante es ser lo mas efímero posible, fugaz y que a la mínima provocación se extingue. Este es nuestro destino:  desaparecer entre la luz, perder nuestros corazones, entregarte a lo mundano, caminar sin saber a donde vas, no tener explicaciones a las cientos de preguntas que a diario te realizas al amanecer.


¿Por qué tanta nostalgia? resulta que a veces es complicado olvidar o incluso cambiar lo que con los años has construido, y mas sabiendo que lo has hecho mal,  así que ahora ya no hay porque afligirse, sólo entrégate y llena tu alma de vacío. Puede que incluso no hayas percibido mi mirada vacía ¿No es así?

De todas maneras no importa lo que pienses, esto es una cordial invitación a ti y significa a su vez la despedida del pasado; solo resta aceptarte tal cual eres, bienvenido seas a este lugar especialmente creado para ti, moldealo a tu gusto, diviértete dentro de él, rompe tus promesas y quebranta tus emociones, como lo he dicho, aquí ya nada vale porque es el lugar donde los débiles se mueren y únicamente los astutos sobreviven con el corazón vació.

"Its a fact, kiss kiss..."